martes, septiembre 20, 2005

Hacia un Gobierno Mundial

Hacia un Gobierno Mundial

VICTOR HUGO GARCIA VALENZUELA

Desde fines de los ochenta se profundizó la tendencia hacia la globalización o mundialización de ciertas variables que presentaban relevancia internacional y entre ellas resalta el posicionamiento de una especie de “gobierno mundial”, realidades institucionales y organismos de corte internacional que han visto fortalecido su accionar y se han legitimado ante la opinión pública de las distintas naciones o estados que configuran la realidad mundial hacia fines del siglo XX.

Las realidades institucionales y organismos aludidos anteriormente no fueron estructurados o se presentaron hacia fines de los ochenta, sino que ya demostraban existencia desde mediados de siglo. Lo que constituye novedad es la relevancia que han adquirido y su desenvolvimiento en un contexto que favorece la extensión de su influencia hacia márgenes de influencia insospechados diez años atrás. Así, la base primordial está representada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio, instancias que, directa o indirectamente, están relacionadas, en su origen y desarrollo, con el accionar internacional de Estados Unidos y es evidente que la victoria estadounidense sobre la Unión Soviética facilitó su difusión y hoy en día constituyen un elemento clave en la proyección de su influencia mundial.

El sustento primordial está representado por las Organización de Naciones Unidas, la que no sólo es el Consejo de Seguridad, su Asamblea General o el Consejo Económico y Social. Su organigrama está conformado por más de una decena de instituciones relacionadas con la salud, la alimentación, la infancia y la justicia (Tribunal Internacional de Justicia), entre otros. En complemento al esquema de la ONU, podemos mencionar el Banco Mundial, cuya finalidad es el aporte financiero para el desarrollo económico-social; el Fondo Monetario Internacional, institución encargada de apoyar financieramente y con asesoría de teoría económica en períodos de crisis; la Organización Mundial de Comercio, ex GATT, que busca reglamentar el accionar del comercio mundial y servir de tribunal en caso de controversia entre dos o más estados.

Esta realidad de nuestros tiempos se desarrolla en forma paralela y en algunos casos por sobre los ámbitos de acción que conforma el estado nacional (estado chileno, estado brasilero, estado alemán, estado japonés), particularismo organizativo de la humanidad que se desarrolla sin contrapeso desde fines del siglo XVIII y que para nosotros, los habitantes planetarios del siglo XXI, es la realidad normal en el mundo. Los referentes obligados en los ámbitos económico, político, social y cultural todavía están conformados por el criterio estatal nacional, pero las expresiones globalizantes avanzan en forma irresistible y entre ellas cumple un rol de ariete la tecnología informática y los medios de comunicación, expresiones que paulatinamente sobrepasan el ámbito de acción del estado nacional: vía Internet podemos interactuar por sobre las fronteras, los pueblos, las naciones y los estados; el correo electrónico posibilita la comunicación casi instantánea con las distintas áreas del planeta y sus consecuencias se dejan sentir cada día con más fuerza. En materia económica, la mundialización del comercio ( cuyas consecuencias estamos sintiendo en estos momentos )y la mundialización de los mercados han potenciado el accionar del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio.

Es secundario, en estos instantes, intentar detener la progresión de la mundialización y, por lo tanto, el desarrollo de una estructura gubernamental mundial, pero sí es relevante plantear sus inconvenientes, sus efectos y sus impactos. Lo anterior adquiere plena validez si enfocamos el análisis en el ámbito de la cultura y en materias que tengan directa influencia con el desarrollo nacional, ya que en esas temáticas siempre tendrá ventaja el más fuerte, el que tenga mayores recursos o quienes controlan el proceso de mundialización y, a modo de ejemplo, es bueno considerar si las formas culturales y valores estadounidenses constituyen un modelo digno de ser imitado por la sociedad chilena.

El signo de nuestros tiempos es la consolidación de un “gobierno mundial” y sus beneficios pueden ser fácilmente defendibles, pero no debemos perder de vista los riegos y las consecuencias que para nuestro desenvolvimiento pueda ello significar, marchemos con la tendencia, pero adaptando sus corrientes de acuerdo al interés nacional.

1 comentario:

LUIS ALBERTO GUZMAN dijo...

Altamente precupado por el daño que esta causando el aumento desproporcionado de los enfermos viciosos que estan causando degeneracion y muerte en el mundo estoy invitando a una campaña de cobertura mundial de caracter obligatorio a los enfermos(as) fumadores(as), alcoholicos(as), drogadictos(as), homosexuales, y el castigo a los delincuentes que promueven y se lucran la prostitucion infaltil, y a todos los agentes que por negocio o malsanidad estan llevando a la especie humana a su degradacion y extinsion como individuos.Gracias, espero su comentario.